Desde hace
algunos años la terapia asistida con animales o zooterapia está siendo
utilizada para socializar y regalar un momento de tranquilidad y empatía a
personas con algún problema de salud física, mental o emocional.
Las mascotas
pueden reducir la ansiedad y el estrés, motivar a hacer ejercicio o jugar y
todo esto siempre con la ventaja de que son una fuente de amor incondicional,
por eso su uso como ayudantes de terapias convencionales se viene realizando
desde 1792; pero el interés por estudiar más a fondo este vínculo entre
animales y humanos y sus consecuencias es bastante reciente.
Jugar o
simplemente acariciar una mascota eleva los niveles de serotonina y dopamina,
que son neurotransmisores esenciales para sentirnos relajados y tranquilos, los cuales tienen una relación muy cercana con
trastornos de ansiedad. Es interesante, pues que aunque solemos ignorarlo, el tacto,
o sea el contacto constante por medio de este sentido, es sumamente importante,
tanto que puede ayudarnos a elevar nuestro sistema inmune. Las mascotas nos
ayudan a suplir esta necesidad; abrazar, acurrucar o simplemente acariciar a un
animal cariñoso, puede rápidamente calmarnos cuando estamos estresados.
En odontología
el uso de esta terapia con mascotas como perros o gatos, está siendo cada vez
más común para disminuir los niveles de estrés e inseguridad, que se presentan
en diversos tratamientos odontológicos
como cirugías o endodoncias. El objetivo de este contacto humano-animal
es el de mejorar la calidad emocional y aliviar la tensión durante los
tratamientos en los pacientes, ya que ellos actúan como fuente de sosiego y
foco de atención que disipa la sensación de vulnerabilidad que se presentan
muchas veces o ante el profesional o ante los ruidos propios del tratamiento.
Muchas personas se preguntarán si es seguro o
higiénico tener a los animales en tratamientos donde se precisa un cuidado muy
especial con la bioseguridad, yo puedo decir en este caso, que muchos de los
pacientes que requieren este tipo de terapias no se llegarían a realizar el
tratamiento sin ella; por que su nivel de ansiedad no lo permitiría; por lo
tanto el nivel de compensación lo justifica, los animales que nos ayudan en
esta labor permiten que el paciente sea sometido a estos tratamientos y su
presencia no contamina la zona de trabajo porque ellos están ubicados como
máximo en la zona media del cuerpo, es decir su presencia está básicamente a
nivel de los miembros inferiores dando soporte emocional y no interviniendo
físicamente en el trabajo profesional.
Recordemos que
estos tratamientos son específicos no rutinarios, no tema encontrarse con una
mascota el día de su cita, pero sobre todo no juzguemos si eso sucede,
ampliemos la mente y entendamos que la labor del profesional que a ud lo
atiende es brindar salud y confort, esa es nuestra principal preocupación.
Alguien dijo yo?
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